¿Por qué dicen que los niños de 2 a 6 años son difíciles?

A medida que crecen los niños empiezan a formarse. Justo en la etapa de los niños de 2 a 6 años, manifiestan sus emociones y nos sorprenden. En algunas ocasiones tachamos a nuestro bebé como "difícil" ya que nos hace un berrinche monumental en el preciso momento que más prisa tenemos. Es por ello que en nuestro artículo de hoy queremos decirte cómo aprovechar la energía de esta etapa y canalizarla para que sea productiva.

Debemos decir que los comportamientos agresivos se relacionan con comportamientos tanto aprobados como desaprobados: tanto con la energía y el propósito que nos ayudan a dominar activamente las dificultades de la vida como con las acciones ofensivas y las fuerzas destructivas.

¿Quién de nosotros no quiere que nuestros hijos sean capaces de adoptar una postura firme cuando otros los tratan con brusquedad? Es necesario que si los atacan puedan enfrentar al atacante y no se vean intimidados. El aprendizaje de un niño de 2 a 6 años es básico para encontrar un equilibrio saludable entre un comportamiento demasiado o muy poco agresivo. Quizá sea la tarea más difícil del crecimiento.

Los estudios relacionados con el tema dicen que los impulsos o deseos agresivos son innatos y son un aspecto crucial de la fuerza vital de la supervivencia. SI estos impulsos se expresan normalmente en varios comportamientos en diferentes edades gradualmente van pasando al control de la persona: moderado, canalizado y regulado, pero de ninguna manera eliminado. Sin embargo, todo debe ir supervisado y apoyado por sus papás.

La energía y la agresividad es parte del desarrollo saludable.

A los dos años aprende lo que es una persona separada el concepto “yo” y “tú. Es cuando comienza a entender que él está enojado con alguien y se comporta con fuerza intencionada.

Es en esa edad que sabe cuando se gana la desaprobación o la aprobación de sus padres, y esto es por las acciones que se tienen con él. Lleva tiempo y muchos recordatorios antes de que él pueda entender que golpear o morder no son conductas aprobatorias. Los niños pequeños, no saben de su propia fuerza. No comprenden las diferencias entre un beso y un mordisco, entre una caricia y un golpe, entre un empujoncito y un empujón. Necesitan muchos recordatorios como: “Mira así acaricia al bebé (o al perro de la familia o la mejilla de mamá)” “¿Verdad que acariciar siente bien? "¡Cuidado! Golpear puede doler ” o “Mejor hazlo muy despacito.”

Hay que recordar en todo momento que el adulto eres tú y ajustar tus propias acciones y enseñanzas. Es por ello que conviene conocer todas las etapas del desarrollo de los niños para orientar su energía a donde les convenga a ellos.

Tips para aprovechar la energía de tus niños

1. Lo mejor son los límites siempre que se enseñen con cariño. En todas las etapas mientras un niño se sienta amado y cuidado con afecto sienta las bases para su autoestima. Los niños que se sienten amados quieren estar siempre bien con sus papás y responden a la orientación de servicio. os límites razonables son parte de amarlo, así como alimentarlo, consolarlo y jugar con él respondiendo a sus deseos.
2. ¿Por qué se comporta de esta forma? Es necesario investigar qué pudo haber pasado para tenga ese tipo de comportamiento. Tal vez él esté muy cansado o no se sienta bien físicamente. Generalmente hay hechos que producen sentimientos de frustración y enojo que dan lugar a un comportamiento agresivo.
3. El comportamiento de acuerdo a los horarios. Nadie más que tu conoce a tu niño. Si sabes que cuando necesita comer se pone "impertinente" evita pedirle que salude con gusto a tus invitados. Hay que respetar sus necesidades y atenderlas como es debido.
4. Usa frases cortas. Los niños pequeños (los niños de 2 a 6 años todavía se consideran pequeños) no perciben ni palabras rebuscadas o sermones largos. Cuando quieras que haga algo explícaselos con frases cortas y concisas. Te entenderá mejor si le dices que le de un beso a su hermanito porque le gusta más que un fuerte apretón que si lo dejas 2 semanas sin su juguete favorito.
5. Respetuoso pero cuidadoso. Cuando los niños están jugando con otros niños, debemos mantenernos alertas discretamente sobre la situación. Hay ocasiones que los juegos entre niños pueden necesitar un árbitro. Sin embargo, en otras ocasiones, hay que dejar que los niños solucionen las cosas entre ellos.
6. Redirige su conducta. Si el niño está teniendo conductas inadecuadas la mejor manera de distraerlo con otra actividad.
7. Hay que enseñarle a manejar las diferentes situaciones. Por ejemplo: a los niños pequeños debemos enseñarles a decir "mío" y no recurrir a empujones o mordidas, y a los más grandecitos, a darse a entender con palabras. Necesitan sugerencias y demostraciones para aprender las maneras más eficaces de manejar los desacuerdos. Es muy importante enseñarles a expresar sus emociones con palabras.
8. Predica con el ejemplo. Es un hecho que los papás son los modelos más importantes para el comportamiento de los niños. Si en la familia hay discusiones o peleas físicas en presencia de sus hijos o que ellos pueden oír, puede estar seguro de que ellos lo reflejarán.
9. No a la violencia física. Las desventajas del castigo corporal para su hijo son alarmantes. Si acostumbras a golpear o castigar físicamente a su hijo el niño está aprendiendo que eso es normal y repetirá los patrones.
10. El aprendizaje lleva tiempo. Para que el niño aprenda realmente a comportarse y a canalizar toda su energía, se necesita tiempo. Tarde o temprano aprenderá a amar y a vivir en armonía. Debes estar consciente que siempre habrá altibajos, períodos en los que tendrás angustia por su comportamiento. Sin embargo, debes pensar que hay un ímpetu positivo en su desarrollo. Este empujón en realidad funciona a favor de su adquisición de la capacidad de canalizar y utilizar en forma productiva esas energías agresivas que son parte vital de todos los seres humanos.

El juego para canalizar la energía

El juego en grupo o solitario, puede ayudar a canalizar la energía de los niños siempre en especial en niños de 2 a 6 años. Jugando también se aprende y en Didactijuegos esto lo sabemos muy bien. Te invitamos a buscar en nuestros catálogos los juguetes que vayan más acordes con la personalidad de tus hijos.